El cuidado adecuado de los zapatos depende del material con el que estén hechos. Aquí te dejamos algunas recomendaciones para mantenerlos en buen estado:
Zapatos de cuero:
Usá un paño suave o un trapo apenas humedecido para quitar el polvo y la suciedad. Evitá mojar demasiado el cuero, ya que puede dañarse. Después, podés aplicar un poco de crema o cera para cuero para mantener su brillo y flexibilidad.
Zapatos de gamuza:
Usá un cepillo especial para gamuza para eliminar la suciedad. No los mojes. En caso de manchas, usá un borrador de gamuza o un limpiador específico para este material.
Zapatos de tela o lona:
Lavalos a mano o, si el fabricante lo permite, en lavarropas. Usá un detergente suave y colocá los zapatos dentro de una bolsa para ropa delicada.
Después de limpiarlos, dejá que se sequen de forma natural.
No los expongas al sol directo ni uses secador de pelo, ya que esto puede dañar los materiales, especialmente el cuero.
Si se mojaron por la lluvia, podés rellenarlos con papel absorbente para mantener su forma y absorber la humedad.
Guardá tus zapatos en un lugar fresco y seco.
Evitá apilarlos uno sobre otro, ya que pueden deformarse. Usá cajas o bolsas de tela para protegerlos del polvo.
Si tenés zapatos de taco o plataforma, es recomendable usar hormas o plantillas para conservar su forma.
💡 Tip adicional: Para los zapatos de cuero, usá un protector impermeabilizante. Así evitás daños por humedad o manchas.